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Baño

El baño es de suma importancia para la salud de las ninfas. El propósito del baño es que las plumas de tus ninfas se mantengan limpias y prevenir se generen microorganismos. Hay varias maneras de bañar a tus ninfas.

 

Si tu jaula lo permite pon un traste en el que entre tu ninfa y que tenga entre dos y tres centímetros de profundidad de agua, en algunos casos ellas mismas se bañaran sobre todo cuando sea época de calor, pero no olvides cambiar el agua diario ya que acostumbran hacer sus deposiciones en ella o se llena de restos de comida

 

Ahora si tu ninfa se niega a bañarse por sí misma puedes meterlas en el lavabo e incluso la regadera  y  echarle agua hasta que este húmeda, no es necesario que quede totalmente mojada, ten cuidado con la fuerza que salga el agua y la temperatura, también asegúrate que sea temprano y no haga frio,  después del baño puedes secar con una toalla recuerda nunca usar jabón. Algunas ninfas prefieren el agua fría y a otras el agua caliente pero recuerda que no esté en extremo fría o extremo caliente.

 

Cuando es la primera vez que bañas a tu ninfa puede tener miedo y tal vez no quiera pero luego descubrirán que es algo bueno y lo disfrutan.

 

También puedes utilizar un aspersor de agua que el agua salga como una brisa no en chorro y echarle a tu ninfa hasta que quede húmeda, evita dispararle directamente a su cara, recuerda que el aspersor sea nuevo y no haya tenido anteriormente ningún tipo de líquido

 

Algunas ninfas prefieren bañarse una  vez al día pero en cambio hay otras que se bañan una vez a la semana o en más tiempo.